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La importancia de la acogida en el centro residencial

Residente con su familia
Nuestro objetivo es velar por la salud, tanto física como emocional de nuestros residentes desde el primer momento

​El equipo de trabajadores/as de la Residència Nazaret trabajamos para romper estos estereotipos. Trabajamos la acogida de una forma cuidadosa porque el cambio de abandonar la vida que se había vivido hasta ahora por una nueva etapa sea lo menos dolorosa posible.

1ª etapa: el preingreso a la Residencia

La acogida en el centro residencial empieza en el preingreso, este es el momento en el cual las familias deciden ponerse en contacto con el Centro para solicitar información o se acercan para visitarla. Desde nuestro equipo recomendamos hacer partícipe al futuro residente de todo este proceso, tener en cuenta su propia voluntad y la opinión del centro ayudará a eliminar el sentimiento de abandono y reforzará la autoestima.

En esta etapa el objetivo principal es obtener un feedback de información entre la residencia y la familia/residente. Desde el departamento de trabajo social se trabaja para ofrecer toda la información necesaria y resolver todas las dudas que el futuro residente o sus familiares puedan tener. Del mismo modo es el momento donde aprovechamos para conocer nosotros también al futuro residente, saber cuáles son sus limitaciones físicas, sus gustos, preferencias, etc. Toda la información que nos ayude a preparar el momento del ingreso de la forma más individualizada posible.

Siempre que la pandémia lo permita, se realizarán visitas informativas al Centro, donde se conecerán las instalaciones, los servicios y parte del equipo y futuros compañeros.

2ª etapa: el ingreso en la Residencia

Seguidamente, la siguiente etapa se conoce como el ingreso. Aquel momento donde la persona, generalmente acompañada de sus familiares, acude en el centro para quedarse. Partimos de la base que cada persona es fruto de sus vivencias y, por lo tanto, no empieza a escribir una nueva historia de vida sino un nuevo episodio donde sigue formando parte de una familia, sus recuerdos, etc. Por este motivo trabajamos esta etapa desde una perspectiva multidisciplinaria enfocada al ofrecer una atención integral a todos los aspectos que conforman la persona.

3ª etapa: la adptación a la Residencia

Ya en el centro continuamos trabajando el acompañamiento, denominamos a esta fase la adaptación. Engloba aproximadamente los 3 primeros meses de la estancia de la persona en el centro residencial, aunque la temporalidad puede variar a cada individuo. El usuario trabaja para conocer el centro, adaptarse en las nuevas rutinas y horarios, la busqueda de las actividades que más le guste e incluso establecer las primeras relaciones de convivencia y confianza con los compañeros y los trabajadores. Aun así, los profesionales del centro empiezan a conocer a la persona en profundidad, este aprendizaje se ofrecerá un trato individual para cada residente que lo haga sentir cómodo. El equipo técnico, en especial, se reunirá para elaborar un Plan Interdisciplinario de Atención Individual. Este proceso agrupará evaluaciones de los técnicos del centro, información destacable sobre el residente y objetivos y recomendaciones que darán forma a una hoja de ruta para satisfacer las necesidades de los abuelos y ofrecerles una atención personalizada.

4ª etapa: la integración

Para finalizar, la última fase se conoce como la integración. Si todas las etapas anteriores se han desarrollado de forma correcta conjuntamente entre el residente, la familia y la residencia el resultado será una buena integración. El residente habrá establecido lazos fuertes de confianza que lo harán sentir como en una segunda casa. La familia, si es el caso, se habrá adaptado al ritmo residencial y a su nuevo rol de cuidador afectivo y no asistencial. En cuanto al equipo se seguirá realizando una valoración periódica donde se evaluará el estado actual, si se han logrado los objetivos propuestos o no y se establecerán más.

Los centros residenciales todavía son tabú para muchas personas. Los estigmas sociales negativos hacen que los ingresos residenciales produzcan mucha angustia. En la Residència Nazaret nuestro objetivo es minimizar este sufrimiento ofreciendo un proceso de acogida interdisciplinario e individualizado.

Servicio de Trabajo Social de la Residència Nazaret

REFERENCIAS CONSULTADAS:

  • Arrázola, F. J. L. (1999). El proceso de adaptación en centros residenciales para personas mayores. Revista española de geriatría y gerontología: Organo oficial de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, 34(2), 105-112.
  • Arrázola, F. J. L., Inza, B., & Hernández, C. (2007). El papel de la familia en el proceso de atención a personas mayores en centros sociosanitarios. Zerbitzuan: Gizarte zerbitzuetarako aldizkaria= Revista de servicios sociales, (41), 129-144.
  • Tabueña Lafarga, M. (2013). Les persones grans: atenció i protecció. Les persones grans: attenció i protecció, 357-374.