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Función del Servicio Médico en Residencias Geriátricas

Servicio Médico Residència Nazaret

A pesar de que el término "Geriatría" fue utilizado por primera vez por Nascher en 1909, es considerada una especialidad médica joven, es la rama médica destinada al cuidado de los adultos mayores que trata aspectos preventivos, terapéuticos, rehabilitadores y paliativos integrando los aspectos sociales y familiares.

El Servicio Médico de una residencia geriátrica tiene que hacer frente a unas particularidades que escapan a otros ámbitos de la medicina. El cuidado del residente requiere analizar los diferentes aspectos de su estado de salud, incluida la planificación y coordinación con otros profesionales, por lo cual hace falta mucha versatilidad, puesto que se abordan problemáticas muy diversas: de salud, interacciones farmacológicas, enfermedades infecciosas, psiquiátricas, neurológicas, curas de úlceras, rehabilitación del residente, incluso atención al final de la vida.

En 1946, la Organización Mundial de la Salud definió en su Carta Fundamental, la Salud como un estado completo de bienestar físico, mental y social y no solo la ausencia de enfermedad.

El año 1986, el Departamento de Sanidad y Seguridad Social de la Generalitat de Cataluña creó el programa VIDA EN LOS AÑOS destinado a la atención integral de las personas mayores enfermas, enfermos crónicos o en situación terminal con cuatro ejes principales:

  • Atención geriátrica
  • Curas paliativas
  • Atención a enfermos de Alzheimer y otras demencias
  • Personas con enfermedades neurodegenerativas y daño cerebral

Un modelo basado en la valoración integral y el trabajo en equipo interdisciplinar. Es desde este marco a partir del cual se desarrolla el modelo de Residencias Geriátricas tal como las conocemos en la actualidad (Atención integral y Centrada en la Persona).

A lo largo de estos años, han sido numerosos los programas, asambleas, conclusiones y declaraciones de organismos oficiales internacionales que han dado voz y han trazado el camino para mejorar la atención sanitaria de nuestros mayores. El servicio médico asistencial es totalmente consciente, y por eso sensible, a llevar a cabo cualquier iniciativa que ayude a mejorar la salud integral de nuestros residentes.

La función del Servicio Médico de la Residència Nazaret es velar por la salud de nuestros residentes, tanto desde el punto de vista preventivo como asistencial, con una visión totalmente integral de la persona, basada en la observación global de toda la dimensión humana del residente.

Es estrictamente necesario atender todas y cada una de las necesidades de cada residente, abordando todos los signos y síntomas de salud, así como también las de etiología social, familiar, espiritual y su estado psicológico. Todo este trabajo no sería posible hacerlo en solitario; por esa razón, el Servicio Médico de Residència Nazaret trabaja en un equipo multidisciplinar, formado por los servicios de enfermería, psicología, terapia ocupacional, animación sociocultural, fisioterapia, trabajo social, equipo de Pastoral, gerocultores, personal de cocina, lavandería, limpieza…, puesto que la práctica diaria a la atención directa al residente y las visitas médicas, revelan cuán importante es cada una de las áreas cotidianas que integran su vida dentro del centro y como inciden directamente en su estado de salud psicofísica y, por lo tanto, en su bienestar.

Particularmente el Servicio Médico de la Residència Nazaret desarrolla su tarea directamente en nuestros residentes con:

  • Visitas médicas presenciales, a petición del mismo residente o de sus familias, y las derivadas de la observación de enfermería y todo el personal asistencial
  • Programas de prevención y promoción de la salud
  • Solicitudes de programación de exploraciones complementarias y análisis clínicos
  • Coordinación con servicios exteriores como especialistas y recursos hospitalarios
  • Seguimiento directo del estado de salud
  • Emisión de informes
  • Coordinación continua con el CAP de Malgrat de Mar

Todo esto es crucial y de vital importancia que se realice en colaboración con las familias y los residentes (que tienen que participar directamente en su propia atención siempre que sea posible). La comunicación siempre debe ser bidireccional, tanto para pedir información sobre patologías previas o temas de interés clínico, como para informarlos puntualmente de cualquier cambio, necesidad o patología que pudiera surgir al residente, así como informar de resultados de exploraciones complementarias actuante como mediadores entre visitas a especialistas y hospitales y el mismo residente o sus familiares.

En todos estos aspectos siempre se debe tener en cuenta el principio de autonomía del residente, el derecho al respeto de su dignidad, sus intereses, necesidades y preferencias...contando, en cada momento que sea posible, con la participación efectiva.

 

MARGOT HERRAIZ
Médica Residència Nazaret

 

REFERÈNCIAS CONSULTADAS:

  • Richard J. Ham.  Philip D. Slone Edit Mosby.  Atenció primària a Geriatria
  • Sela O´Callagahan A, A Solans.  Caracteristiques diferencials de les malalties en els ancians.  Fragilitat Mecicine 1999