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La Residència Nazaret celebra los 155 años del IRSJG, entidad a la cual pertenece, en un encuentro del equipo humano en torno a sus valores

08/07/2025
 Una actividad participativa, en un ambiente de alegría, compañerismo y reconocimiento mutuo, destacó la importancia de la humildad, el respeto, la acogida y el servicio.

El pasado 4 de julio, la Residència Nazaret celebró el 155 aniversario del IRSJG, Instituto de Religiosas de San José de Gerona, entidad sin ánimo de lucro a la cual pertenece, en una jornada muy especial y participativa que reunió en el jardín a profesionales y colaboradores del centro, y que enfatizó en los valores que han guiado la historia desde sus orígenes.

El encuentro, concebido como una actividad lúdica y participativa, que celebraba también el inicio del verano, estuvo estructurado en torno a los cuatro valores fundamentales que definen la identidad de la Residència y del IRSJG: la humildad, el respeto, la acogida y el servicio. A través de dinámicas en equipo, los asistentes reflexionaron sobre el significado de estos principios en su trabajo diario.

La primera actividad, dedicada a la humildad, se basó en ejercicio colaborativo en el que los participantes, con los pies y manos atados en parejas, debían ayudar a sus compañeros a completar un puzle. El objetivo era ilustrar la sencillez, la entrega y el trabajo desinteresado, valores esenciales en la atención destinada a las personas mayores.

En la dinámica sobre el respeto, cinco parejas protagonizaron una actividad muy simbólica y que resultó al mismo tiempo muy divertida: una persona, con los ojos vendados, debía dar de comer una gelatina a su compañero, quien tenía las manos atadas y solo podía comunicarse con la voz. La experiencia destacó la importancia de escuchar, comprender y valorar las necesidades del otro.

La acogida se representó mediante un juego de interpretación en el que dos grupos recreaban imágenes que el resto de los asistentes debía adivinar. La iniciativa promovió la cercanía y el sentido de pertenencia, fomentando un ambiente de confianza y colaboración.

Por último, el valor del servicio fue abordado a través de una adaptación del clásico “Simón dice”, que en esta ocasión se presentó bajo el nombre de “María Gay dice…”, en honor a la fundadora del Instituto. La dinámica, sencilla y participativa, subrayó la vocación de atención cálida e integral hacia quienes más lo necesitan.

El evento se vivió en un ambiente de alegría, compañerismo y reconocimiento mutuo. Los asistentes coincidieron en señalar la importancia de generar espacios como este, que no solo fortalecen los lazos entre profesionales, sino que también refuerzan el compromiso con la atención centrada en la persona.

Con esta celebración, el centro reafirmó los valores y también la misión, poniendo de manifiesto que tras estos 155 años de historia, la esencia sigue siendo inminentemente humana.